domingo, enero 14, 2007

Dave

Dave era un chico normal. Un chico de Newtown como cualquier otro. Creció en un hogar rebosante de amor, cariño y afecto. Su familia no era pobre, aunque estaba lejos de ser rica. No tenía hermanos, por lo que recibió una atención especial por parte de su madre y, sobre todo, de su padre. A diferencia de lo que suele pasar con otros hijos únicos, Dave no se convirtió en un mocoso caprichoso que demandase atención permanente. Como respuesta al amor con el que sus padres le trataban, él desarrollo un inmenso respeto y admiración hacia ellos. Pronto decidió seguir los pasos de su padre, cura anglicano del pueblo. En la escuela, tan pronto como supo leer, dedicaba los recreos a leer un párrafo de la Biblia y difundirlo entre sus compañeros. Al principio, llamados por la curiosidad, sus amigos le escuchaban con devoción, pero no tardaron en cansarse de los monótonos textos bíblicos. Dave, dolido, se negó a rendirse y siguió predicando en el patio del colegio, aún sin nadie que le escuchara.

Pasaron los años y Dave y sus compañeros crecieron. En plena adolescencia, cuando los jóvenes empezaron a descubrir cosas nuevas, Dave se dio cuenta de que sus amigos empezaban a tomar caminos fatales. Hasta entonces, aunque la atención que le habían prestado a Dave fuera escasa, habían seguido el camino que él consideraba correcto, según sus ensañanzas religiosas. Pero ahora, en plena ebullición adolescente, veía como algunos de sus compañeros de juegos comenzaban a fijarse en las chicas, a pelearse entre ellos e incluso fumar a escondidas. Dave no podía tolerarlo. Un día, en el recreo, enfurecido por la decadencia de sus amigos, fue donde ellos y les sermoneó sobre los peligros del tabaco, de la mala vida y de la senda del ángel caído. Ellos no hicieron otra cosa que reírse de sus palabras, cosa que le irritó hasta hacerle perder los estribos. En un arrebato nada habitual en él, arreó un sopapo a un amigo, arrojando se cigarrillo al suelo. Éste se abalanzó sobre Dave y comenzaron a pelear. Toleraban los sermones moralistas del aprendiz de cura, pero aquella vez se había pasado de la raya. Había intentado imponerles sus valores. Entre todos, propinaron una pequeña paliza a Dave, que, acurrucado en el suelo, maldecía impotente las almas de sus amigos.

Dave no se rindió. Si sus amigos no querían salvar sus almas, impediría al menos que perturbasen las de otros muchachos. Tomó una decisión a los 15 años. Hoy, 30 años después, tiene tras de sí una larga carrera de lucha contra la suciedad de espíritu. Él es...

FIGHTING FATHER DAVE

Ozito

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Agenda

Organicemos el 2007. Es una orden, así que no me vengan con milongas. Películas que se estrenan este año y que hay que verlas. Películas que si no las ves en el cine, eres peor persona. No de la misma forma que ver United 93 te hace mejor persona, pero ya me entienden. Que yo le retiraría el saludo a un amigo mío que no vea en el cine Spiderman 3, vaya. Empecemos:

Spiderman 3
La segunda era mejor que la primera, así que indudablemente, la tercera será mejor que la segunda. Y punto. Y eso es la ostia en vinagre. La repanocha. Que sale Venom, por Dios. La estrenan el 4 de mayo. Si no la ves el día del estreno, más vale que sea porque has tenido un accidente mortal de camino al cine, porque lo demás son excusas baratas.

300
Basada en el comic de Frank Miller, esta peli promete ostias, monstruos y alguna que otra teta. ¿Qué otra película ofrece tan poderosa combinación? Ya lo sé, muchas pelis gore. Pero seamos serios: esto es como una peli gore a lo grande. Más y mejores ostias, monstruos más currados y tetas más grandes.


Zodiac
La sexta película de David Fincher se estrena el 2 de marzo. Tiene buena pinta, pero algo me dice que irá directa al cajón en el que están The Game y La habitación del pánico. Alien 3 no está en un cajón, está ardiendo en los abismos del infierno. The curious case of Benjamin Button sin embargo sí que tiene mejor pinta. No os voy a poner enlaces, si queréis saber de qué va la peli y todo eso lo buscáis.

sábado, enero 06, 2007

Intruso

El Bruesa quiere poner fin a la racha de cinco derrotas consecutivas frente a una afición que sólo le ha visto ganar en una ocasión. Mientras, los valencianos acuden como octavos clasificados a falta de dos partidos para terminar la fase de clasificación para la Copa del Rey con sólo un partido de ventaja sobre el Barça, ‘Fuenla’ y Granada.

Mucha tensión será seguramente lo que rodee a los dos equipos desde la noche del sábado antes del encuentro que Bruesa y Pamesa tendrán el domingo a la mañana en Illumbe. Y es que las situaciones clasificatorias de los dos bandos no podían desembocar en otra cosa, a pesar de que por Valencia estén cambiando algo los ánimos con la llegada del técnico griego Fotis Katsikaris.Los donostiarras se encuentran en una posición muy delicada, con un solitario partido de colchón para no caer en el descenso en el que ahora se encuentran el Vive Menorca y el Grupo Capitol Valladolid. Los de Fisac acumulan ya cinco derrotas consecutivas y la presión empieza a ser fuerte sobre una plantilla joven y algo inexperta. Este domingo, además, tendrán que enfrentarse a un equipo que empieza a funcionar como tal y que viene de propinar su segunda derrota de la temporada al Real Madrid.Por si no fuera poco, los medios de comunicación guipuzcoanos ponen en duda la continuidad en la plantilla de uno de los hombres alrededor de los que se ha construido el equipo, Devin Davis, quien ha protagonizado algún que otro episodio de indisciplina.
La falta de compromiso del ala-pívot norteamericano y su escaso rendimiento en los partidos están agotando a su afición y es posible que la directiva del Gipuzkoa Basket tome medidas con un jugador que da la sensación de estropear la química en los vestuarios.Les visitará un Pamesa Valencia que va recuperando puestos clasificatorios y la ilusión entre sus aficionados. Fotis Katsikaris ha enderezado el rumbo de una nave con mucho potencial pero que hasta hace bien poco no paraba de dar disgustos a sus seguidores. Con Oliver al timón, los taronjas han remontado y su participación en la Copa del Rey es muy posible, teniendo como últimos escollos al Bruesa GBC y al Lagun Aro.Habrá que estar atentos a la actuación del ala-pívot Dejan Milojevic, pues cada que han ido a Illumbe equipos con una referencia interior muy clara, éstos han salido con valoraciones de escándalo (McDonald o Borchardt) y al reencuentro del bravísimo alero argentino Federico Kammerichs, que se enfrentará a un equipo en el que se convirtió en un jugador muy carismático.
Por otro lado, las evoluciones de Douglas y Devin Smith seguirán siendo vigiladas por las aficiones de ambos conjuntos, algo preocupados la intermitencia de unos jugadores que de tener buenos partidos pueden resultar determinantes de cara a los resultados finales de los partidos. Y un paso adelante deberá dar la pareja de bases del GBC, Ordín y Uriz, que tendrán la durísima tarea de frenar a Oliver y a un Avdalovic que se está poniendo a tono al mismo ritmo que su equipo.
Seguramente que, a pesar de ser un partido matinal, Illumbe volverá a mostrar un precioso aspecto en sus gradas para este trascendente partido, que podrá ser seguido por las televisiones autonómicas del País Vasco y la Comunidad Valenciana en directo a partir de las 12:15 horas del domingo.

jueves, enero 04, 2007

Breve historia de mi vida. Capítulos 3 y 4

Capítulo 3. Purgatorio.
Después de salir de aquél pozo de moho que era la trastienda, no sabía que me iba a esperar al otro lado. Nada podía ser peor que mi antiguo "hogar", pero eso no significaba que el sitio al que iba fuese a ser mucho mejor. Sin embargo, por primera vez en mi, hasta entonces, penosa vida, la suerte se puso de mi lado. Fui a parar a una jaula amplia en la que compartía cama y comida con otros tres hamsters que no me molestaban demasiado. No me preocupé por saber sus nombres, ni ellos por saber el mío. Por cierto, creo que no he dicho cuál era mi nombre hasta que mi actual dueño me rebautizó. Mejor, prefiero guardarlo en secreto.
La jaula estaba pegando al cristal del escaparate, lo que servía para romper la monotonía de la vista de la tienda. De vez en cuando algún niño humano de manos pegajosas se nos quedaba mirando embobado, como quien ve por primera vez una foto de Monica Belucci desnuda. El germen de la zoofilia, señoras y señores. Si quieren que su hijo no sea un rarito cuando crezca, arránquele de los escaparates cuando se quede mirando a un pobre cachorrito que no sabe en qué está pensando su hijo. Era entretenido molestar al papagayo que teníamos a un metro más o menos de nuestra jaula. Desarrollé una prodigiosa puntería tirándole pipas a los ojos, cosa que le sacaba de sus casillas. Metía tanta bulla que la de la tienda acabo le rebajó el precio. Un día su jaula desapareció. La dueña y el papagayo descansaron tranquilos. El único perjudicado fui yo, que me quedé sin diana.
Capítulo 4. Él.
Su mano estaba fría, lo que le daba un toque aún más enfermizo. Mientras me sacaba y me metía en una jaula distinta, nueva, él no me quitaba los ojos de encima. Pagó, no recuerdo cuánto. En la calle no hacía demasiado frío, pero yo decidí no salir de mi casa, que estaba vacía. Ni un triste papel para hacerme un nido. Aquello no me gustaba. Por primera vez, tuve miedo.
Pronto mi jaula empezó a llenarse de cosas. Se oían unas tijeras cortar cartón. Una macetita adornaba la pared de mi jaula. Cinta aislante desenrrollándose. Una mosca de papel de aluminio colgaba de un barrote del techo. Plástico rompiéndose. Palos y piedras en el suelo. Me saca de mi casa y me mete en una caja de zapatos. Busco una salida, nervioso. Hay un tubo, un túnel oscuro. Entro y me quedo quieto, luego mi curiosidad me obliga a moverme. El tubo se acaba y aparece una encrucijada ante mí. Tres caminos distintos, huele dulce y a patatas fritas. Veo lo que hay al otro lado y la luz me ciega. Decido volver sobre mis pasos y salgo a la caja de cartón. Quiero volver a mi jaula, no me gusta aquello. Aparece su mano, abierta justo delante de mí. Subo. Tiene la mano caliente, y me lleva a casa.

lunes, diciembre 25, 2006

Breve historia de mi vida. Capítulo 2.

Hace un par de semanas dejé colgada la historia de mi vida. Como estamos en Navidad y es una época para pasarla con la familia, contar historias y reír todos juntos al calor de una chimenea, os voy a contar como maté a mis otros dos hermanos. Sí, acabo de contaros el final, pero como en todo relato histórico-biográfico, lo importante no es el desenlace -que todo el mundo conoce- sino el proceso por el cual se llega a ese desenlace. Vamos allá.

Capítulo 2. El precio del poder. Parte 2.

El día siguiente de acabar con Enclenque y Corpulento lo dediqué a descansar y reunir energías para lo que me esperaba al día siguiente. El plan conspiratorio, en conjunto, lo había diseñado una semana antes y, tan pronto como decidí como acabar con mis hermanos, me puse a entrenar. ¿Por qué?, os preguntaréis. Para matar a Enclenque no me hizo falta mucha fuerza, sino falta de escrúpulos. Lo de Corpulento fue cosa fácil. Pero Chip y Chop (mis dos hermanos con vida) eran un caso distinto. Pasaban todo el día juntos, correteando por la jaula, peleando por los mejores granos de maíz o haciendo competiciones de escalada. Mi intención era utilizar ese permanente contacto físico a mi favor y simular una pelea de consecuencias fatales entre los dos. Una pelea por un grano de maíz que se les fue de las manos. Ninguno de los dos era tan fuerte como Corpulento, incluso eran más delgados que yo. Pero eran dos, así que el entrenamiento era necesario.
Chip y Chop solían dormirse bastante pronto, sobre las 8 de la mañana, pero siempre se levantaban un par de horas después para subir al piso de arriba y comerse los malditos granos de maíz. Aquella mañana no iban a comer maíz. Ni un mordisco. Les esperé arriba, justo delante del comedero. Por un momento pensé que no iban a despertarse, pero algo después de las diez y media empecé a oir sus irritantes pasos al salir de la caseta. El primero en llegar al piso de arriba fue Chip, que se quedó paralizado al verme. Supongo que pensaban que nadie se daba cuenta de que se despertaban por la mañana para robar los maíces. Se echó a un lado, empujado por Chop que seguía subiendo. Chip giró la cabeza para mirar a su querido hermanito y yo aproveché ese despiste para lanzarme sobre el y tirarle al piso de abajo. Chop terminó de subir al piso de arriba y fue recibido con un mordisco en el ojo. Si creéis que degollar a tu hermano con los dientes es desagradable deberíais probar a reventarle el ojo de un mordisco. Empezó a gritar. Temí que mi madre se despertara así que le cerré la boca con las manos (o lo que quiera que tengamos los hamsters). Al principio, de su ojo salía un líquido blanquecino flotando en sangre, como mayonesa echada sobre ketchup, pero enseguida empezó a salir solamente sangre.
Apareció Chip, hecho una furia, por la escalera y saltó sobre mí. Me apartó de Chop de un empujón, lanzándome contra el comedero. Chop salió disparado dando vueltas, gritando y poniéndolo todo perdido de sangre. Mi madre se iba a despertar y a mi me estaban estrangulando. Esto estaba saliendo mal, muy mal. Chip me estaba matando. Mis ojos se echaban hacia atrás. Yo me quedaba sin aire. Alargué los brazos. Semillas. Había semillas por todas partes. Agarré una, la primera que pude, y le golpeé a Chip con ella. Quise darle en el ojo, pero vio venir el golpe y consiguió esquivarlo. Chop cayó al piso de abajo, medio ciego y retorciéndose de dolor. Volví a lanzarle un golpe a Chip, que volvió a echar la cabeza hacia atrás. Me soltó. Volvía a respirar. Mis ojos se pusieron otra vez al frente. Me incorporé y miré a Chip, que estaba tirado en el suelo con una semilla atravesada en la mejilla. Cogí un grano de maíz y me puse encima de mi hermano. Con ambas manos sujetando el cereal, le asesté un golpe tras otro en la cara. No le hacía nada. Los golpes sonaban secos y Chip soltaba penosos quejidos ahogados. Al quinto o sexto golpe empezó a sangrarle la nariz. Pero nada más. Le di con todas mis fuerzas. Una vez. Otra. Otra. Yo seguía levantando las manos y bajándolas con energía. Volver a levantarlas. Bajarlas. Volver a lev... Mis manos estaban vacías. El grano de maíz estaba incrustado en el cráneo de mi hermano, que por fin había muerto. Bajé aliviado al piso de abajo. Chop estaba tirado boca arriba sobre un enorme charco de sangre. Me sorprendí a mi mismo de la cantidad de sangre que tenemos en los ojos. Para que el plan funcionase tenía que subir a Chop al piso de arriba, así que lo agarré por una pata y lo arrastré hacia las escaleras.
Creé una escena perfecta. Chip tirado en el suelo con un grano de maíz incrustado en la cara y Chop un poco separado, con un rastro de sangre que daba vueltas por todo el piso. Chip había herido de muerte a Chop en el ojo y éste le había golpeado con el maíz por el que había empezado la discusión mientras se desengraba poco a poco. Todo resuelto. Bajé a la caseta y me acurruqué junto a mi madre. Aquel día dormí como nunca. Al día siguiente mi vida podía cambiar para siempre.

domingo, diciembre 17, 2006

Prejuicios


Estaba viendo Jackass 2 cuando me he dado cuenta de que están como cabras. Me ha costado, lo sé, pero tengan encuenta que por muy inteligente que sea, sigo siendo un hamster. En fin, a lo que iba. Jackass 2 es una GRAN PELÍCULA. Sí, lo es. Es tan absurda -Johnny Knoxville se monta en un cohete rojo gigante-, rebasa tantas veces los límites de lo esperado -caballo, no diré nada más- y, lo más importante, es una película libre de prejuicios y mojigaterías. Cuatro ejemplos:

1- Uno de los protagonistas es un enano, Wee Man. Al enano le hacen putadas que sólo se le pueden hacer a un enano, por su tamaño. Y todos tan felices, incluído él. No meterse con alguien porque tiene una enfermedad es una memez, un cliché de los que no tienen relación con ninguna persona como Wee Man.

2- Preston Lacy es otro de los protas y está muy gordo. Increíblemente gordo. Le hacen lo mismo que a Wee Man: putadas que sólo se le pueden hacer a él. Por ejemplo, Wee Man se hace puenting y la cuerda que le sujeta está atada a Preston Lacy. Sólo un gordo puede hacer de sujección en ese caso, así que le toca. Y nadie, y menos él lo discute o se siente herido. Es de lógica.

3- Sale un tío (no me acuerdo del nombre) que es jugador de rugby de paralíticos. Va en silla de ruedas. Y se pone un cohete en la silla de ruedas para salir despedido por una rampa y caer a un lago. Oh, pobre señor paralítico, se está humillando, se ríe a sí mismo de su desgraciada condición. Igual el problema está en que, menos él, todo el mundo siente lástima porque está paralítico. Es una putada, nadie dice lo contrario, pero en vez de victimizarse se propulsa con un cohete por una rampa.

4- Una de las mejores escenas, si no la mejor, es una protagonizada por Ehren McGhehey. No voy a decir nada porque la arruinaría. El caso es que tiene algo que ver con terroristas islámicos. ¿Quién, a día de hoy, en EEUU hace bromas usando el terrorismo? Muy pocos. Desde el 11 de septiembre, el terrorismo se ha convertido en un tema tabú según con que actitud se trate. Al proteger al tema del terrorismo de las burlas se está protegiendo también a los terroristas, que deberían ser el blanco natural de cualquier humorista político. Pero no, dibujas a Mahoma con una bomba a la cintura y tienes que sentirte la peor persona del mundo porque estás ofendiendo a los musulmanes.


Soy de los que piensa que, al hacer comedia, vale todo. Todo depende de qué público tengas. Hacer bromas sobre, yo que sé, los accidentes de tráfico, no tiene nada de malo. Otra cosa es que le estés contando a un amigo tuyo un chiste sobre esto cuando ayer su hermano se mató con el coche. Entonces eres un capullo. El problema es que cuando el público al que estás dirigiéndote es muy grande -el público que tenían los que dibujaron a Mahoma lo era- hablas a todos, pero a nadie en concreto. Si los humoristas hubiesen tenido que tener en cuenta cada una de las desgracias personales de sus lectores para no herir su sensibilidad, ese día se habrían tomado el día libre. Con los colectivos pasa lo mismo. Hay que saber reírse de uno mismo y pasar de los insultos. Y si quieres responder a alguien que te ha llamado asesino, hacerlo así es irónico:

viernes, diciembre 15, 2006

Homenajes

Veamos una de las mejores peleas del cine reciente. Brad Pitt haciendo de boxeador gitano y un desconocido grandullón. Ya la conocen: Snatch.



Perfecta. Increíblemente bien filmada, un ritmo acojonante, canción perfecta que encaja de forma perfecta... Nadie encaja los puñetazos como Brad Pitt. A esta escena y a cualquiera de El Club de la Lucha me remito. En fin, que la escena mola. Le gusta a mucha gente. Algunas personas incluso recrean la escena con sus amigos y la graban en vídeo. Homenajes domésticos, con medios domésticos y gusto doméstico. Homenajes que dan asco.



Ya lo han visto, señores. La gente debería pararse a pensar antes de colgar una cosa así en Internet. Y más si entre los tags de búsqueda pones Snatch, fighting, music. Te va a ver mucha gente, capullo. Y estás haciendo el ridículo. No porque lo que hagas es ridículo, sino porque intentas hacerlo bien y te sale esta puta mierda. Esa es la razón, en parte, por la que cuando grabas cosas para poner en Internet suelen ser chorradas. Porque a todo el mundo se le perdona hacer algo cutre si es chorra. Pero si se nota que lo has intentado hacer bien, no en serio, pero bien... pues no. Das asco y mereces morir. He dicho.

miércoles, diciembre 13, 2006

Apocalipsis

Dios, si existes, escúchame. Por favor, haz algo. Arrasa la Tierra. Envía mil plagas. Haz que el suelo arda en llamas y luego inúndalo todo. Un meteorito, un volcán, algo, joder. Pero ya. La humanidad ha tocado fondo, y está escavando. ¿Qué otra alternativa queda cuando ellos, tu creación, hacen cosas como esta?

Hay que eliminar a los seres humanos de la faz de la Tierra. La han corrompido con mierda de este calibre. Han insultado la esencia misma de la estética. Qué digo insultado. La han cogido, atado a un poste al rojo vivo, abierto de piernas, desgarrado por la entrepierna con una sierra oxidada y la han violado, todos a una, con sus pollas chorreantes de pus.
Esta civilización hace tiempo que perdió la consciencia. Lleva años, décadas vagando a ciegas como un borracho apaleado. Se vomita encima, se tambalea y da traspiés. Le duelen las costillas, le cuesta respirar y tiene los ojos hinchados de sangre. Pero no caerá. Milagrosamente se tiene en pie. Así que ayuda un poco, da un empujoncito. Y que se vaya todo a tomar por culo. Nadie merece ser salvado.

¿O sí? ¿Habrá alguien en algún lugar de este mundo que haya hecho méritos para seguir viviendo? ¿Qué me dicen de los que han creado este anuncio?


El mejor anuncio de la historia a años luz del siguiente. Así que las personas también son capaces de hacer cosas decentes. ¿Una cosa compensa la otra? ¿El holocausto judío se olvida porque existió Wagner? ¿La Inquisición se les perdona porque se hizo la Capilla Sixtina? Como siempre, no voy a dar mi opinión, pero plantearé la pregunta:

Teniendo en cuenta la cantidad de barbaridades que se ha hecho a lo largo de la Historia, a si misma y al planeta en conjunto, ¿la Humanidad es digna de alguna esperanza? Un tema ligero, señores.